Ayer no alcancé a escribir otro capítulo de Italo: The Lost Mind.
El martes algo se robó toda mis motivaciones y no fui capaz de ir ni siquiera a la U. Me dio lata porque perdí una exposición del maestro de la oratoria, el Dr. De la Rosa. Un crack.
Lo bonito de ese día fue que almorcé acompañado por Karen, que invadió mis aposentos de forma abrupta, abriendo closets, sacando bolsos, y mejor no sigo que después me van a golpear. Quedé atónito cuando la veo con un delantal BLANCO!!! Al parecer se dio cuenta que el otro ya estaba un poquito amarillo. Luego quedé nuevamente sorprendido cuando vi a Karen sacar de su bolso un almuerzo como para 3 personas, que a lo lejos se sentía el olor ha comida hecha con amor. Sí hubiera sabido que la pensión Morrison era así, me hubiera cambiado hace tiempo.
En la tarde, a parte de tener muuucho frío, traté de leer algo de pediasucks, pero fue casi imposible, y mientras lo intentaba encontré un estuche de color muy masculino, con muchos artefactos sacados de Harry Potter o El Señor de los Anillos, que al parecer se aplican en el rostro, mas ni idea como funcionan. Así que como a la 6 pm tuve a Karen otra vez en mi pieza! Sí, lo sé, más castigo no podría recibir, pero confío en que Dios la mandó por alguna razón. Sí Abraham ofreció a su hijo, cómo yo no voy a soportar a Karen un par de horas.
Después de entretener a Karen por un par de horas, y esperando cantar ain't no mountain high enough, cosa que nunca se concretó por apareció un negro p________e y guateó todo. Después de comer algo, ver correos y bla bla bla, intenté leer el libro que me pasó Andrés, pero...adivinen! ZzzZZzzZZzzZZ :(
A todo esto me salté varias cosas que me movieron la conciencia. Primero que por fin supe algo del Dr. Red, y como siempre, hasta en los más amargos momentos, tiene que hacerse el chistoso, je, je, je. Grande master! Es de los pocos que logra sacarme una carcajada independiente de la circunstancia. También recibí un post de la Dra. Díaz :), ella es seca, así que pasó el dato para cualquier ser humano con algún problema endocrinológico, visítela, y si le lleva un ramo de flores no le cobrará, ja, ja, ja. Otra cosa importante fue que ya no puedo estar sin ayuda, es hora de hablar con el Gurú Malverde. Además encontré sobre mi cama el libro que me regaló la Angela con el Negro, y se formó como la "trinidad": El libro que menciono, el de Andrés y la Biblia (de Andrés XD). Más que señal divina, sentí un poco de tranquilidad, esos libros no me significarían nada si no me los hubiera regalado alguien que aprecio. Me recordaron que a pesar de no estar junto a mi en lo físico, están en mi corazón, sólo que en días como estos un manto cubre mis ojos y los sumerge en la más profunda ceguera. Ahora, algo que debo hacer es tener algo que me recuerde que no estoy solo, algo que me quite ese manto de oscuridad. Ya tengo algo, y desde ahora, cuando mire esos libros, recordaré con más fuerza a la gente que me entregó esos presentes con tanto cariño y llevaré al hoy todo el afecto y lo bueno que he vivido con ellos. Creo que hacen falta algunas fotos en mi pieza.
En la noche mejor escribo sobre el miércoles ;)
Saludos a varios. Ya, ya, ya, al Albert pa que no se sienta, a "Los Willys", a la querida Anita, y en especial (sí llegan a leer esto alguna vez) a Julio Galaz y a Jairo, que no he sabido de ellos y en verdad los extraño bastante.
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