El Cóndor Pasa

Empiezo esta entrada con el título de una hermosa canción dedicada al cóndor de Los Andes (me gustaría decir que es chilena, pero es de los cholitos). Majestuosa ave, que con sus alas abraza a nuestro escudo y logra alcanzar las cimas más altas.

Esta ave nace para volar, su deseo es volar y surcar los cielos, y tiene lo necesario, unas alas que logran una envergadura de >3 mts.

Pensando es esto, hice una comparación: ¿Qué tiene el cóndor que no tenga yo? (obvio que no en la objetividad). Pues una visión privilegiada, no como la mía :p, y lo segundo, las alas, esas que logran llevar al cóndor más allá de los 7.000 mts de altura. Está todo el ánimo por levantarme y elevar mi mente y cuerpo a otros cielos, volar entre una y otra montaña de obstáculos, pero siento que las alas fallan, y de hecho, fallan.

Sé que nada es imposible, y lograr normalizarme no es algo alocado, pero sí de mucho esfuerzo, esperanza y ayuda. Hay muchas puertas abiertas que nadie se ha encargado de cerrar, y a la vez hay muchas puertas cerradas que nadie ha abierto. Esto me hizo recordar al Conquistador: "hay dos palabras que te abrirán muchas puertas: tire- empuje"

Esta vez quiero mandar saludos a mi amigo Andrés, que no he podido conversar mucho con él este año y tb ahora en vacaciones (y además no le he cumplido con mis tareas :S), y al Albert, que me da lata no habernos logrado juntar, pero siempre está el contacto y no faltará la oportunidad.