martes, 24 de agosto de 2010

El niño con el pijama de rayas


Hola.

Creo que se debe encontrar atónito ante tanta entrada seguida. (sí alguien más lee esto de señales de vida para decir "deben"). Pues he decidido intentar escribir lo que se me viene a la cabeza o lo que se me presenta delante de mis ojos lo más pronto posible en el blog. Mi memoria está huelga, y olvido hasta el almuerzo del día anterior (y no es para nada un chiste), y por ende, también las cosas que me generan sentimientos u emociones.

Después de tomar mi tto. de segunda línea para el insomnio (ducha caliente), vi la polera que usé hoy, que es como cualquier polera, nada de especial en la confección, pero sí es especial por el recuerdo que evoca. El primer día que llego a la U con la camiseta, el siempre poco copuchento y fijón del Andrés me dice su ya clásica "trajiste polera/polerón/pantalón nuevo/a", pero esa vez agregó algo más a su frase: "parece pijama" ¿?¿?¿? PLOP. Ante mi actitud de Condorito me aclara, "Es que te pareces al Niño con el pijama de rayas". PLOP otra vez...

Pasó el tiempo y se me olvidó que la polera ahora era pijama de rayas. Volví a usar la ya famosa prenda y otra vez Andrés comenta, "Pareces el niño con el pijama de rayas". Le expliqué que ya me había hecho el comentario.

Ya en esa segunda oportunidad quedé metido. Quería saber quién era ese famoso niño. Y google lo sabe todo, así que busqué y lo encontré. Efectivamente, la polera es muy parecida al pijama del niñito protagonista.

Y es así que al ver la polera con rayas verde agua, me acuerdo que me parezco al niño con el pijama. Y la verdad es que sí, me parezco mucho, ya que me siento muchas veces = que él, como en la foto.

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